La guerra Rusia – Ucrania, dejará consecuencias ambientales muy graves que quedarán marcados en los pobladores y en el territorio durante largo tiempo.
De acuerdo con los artículos 35 y 55 del I Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra (junio de 1977) “el empleo de métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen, daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural” quedan totalmente prohibidos. Este “compromiso”, históricamente no se ha respetado y por lo que se observa tampoco se respetará en este conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
Buscando información sobre los posibles desastres ambientales que pueda ocasionar este conflicto armado, encontré un material valioso que nos puede servir de referencia para dicho análisis: “La consecuencia ambiental de los conflictos armados.” Tema 8.5 del libro Biogeografía 2011, Juan Carlos García Codrón, Universidad de Cantabria, España. https://ocw.unican.es/mod/page/view.php?id=979
“El caso más terrible de destrucción sistemática del bosque se produjo entre 1965 y 1973 en Vietnam. Durante aquellos años se desarrolló un programa masivo de fumigación con herbicidas y defoliantes destinado a eliminar la cubierta forestal en la que se ocultaba la guerrilla del Vietcong y a privar de alimentos a los campesinos vietnamitas. Con aquel motivo se extendieron 100.000 toneladas de sustancias tóxicas por todo el Sur del país produciendo graves daños en casi la mitad de la superficie cultivada y destruyendo cerca de 110.000 hectáreas de bosque y 150.000 de manglares…
Algunos días después de ser fumigados todas las plantas perdían sus hojas y morían rápidamente junto a la fauna presente en cada lugar. La destrucción fue sistemática y afectó uniformemente a superficies muy amplias lo que, unido a la alta toxicidad del suelo, dificultó mucho la posterior recuperación de la vegetación…
El “agente naranja”, principal defoliante utilizado en Vietnam, tenía un elevado contenido en dioxina, lo que produjo la muerte directa de numerosos animales salvajes o domésticos y gravísimos efectos en la salud de los campesinos que se han extendido hasta la actualidad a través de deformaciones congénitas en sus descendientes.”
Sobre los efectos de la guerra, Doug Weir, director de investigación y política del Conflict and Environment Observatory, con sede en el Reino Unido. 3 de marzo 2022, nos indica: “Los efectos en la salud de este tipo de incidentes bélicos probablemente se noten mucho después de que el conflicto físico haya desaparecido.”
Los cocineros de estos tiempos, tenemos el gran reto de plantear soluciones a los problemas medioambientales y sociales en tiempos de guerra. No solo se trata de eliminar de la dieta, el componente animal, de hecho, la humanidad históricamente ha sido carnívora; si no, de redefinir, de ir vuelta al origen de la restauración, de apostar por los insumos de proximidad, de ir hacia el restaurante sostenible.
Un restaurante sostenible, no tiene que ver con ciertos conceptos de marketing, si no, con la cocina de proximidad, con lo propio, con lo de siempre; con la apuesta por insumos de proximidad; las carnes, verduras, hortalizas, vinos, quesos y otros que procedan de aquí o de la zona más próxima. Esta es la mejor apuesta por mejorar la economía local y con ello también obtener una calidad superior de los alimentos y un máximo respeto por el medio ambiente.
Haciendo esto, podemos generar dos beneficios para el consumidor: Primero, que los alimentos que consuma sean más frescos, porque están más próximos a ellos. Segundo, sobre el impacto que esto tiene en el medio ambiente, puesto que, al estar cerca, el gasto en transporte y la contaminación derivada de ello, será menor.
Al fomentar los restaurantes sostenibles, buscamos gestionar los recursos de tal manera que a nivel económico, social y medioambiental se maximicen los beneficios, al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades del presente y, se protegen y fomentan oportunidades para las generaciones futuras.
Preguntas de análisis:
En medio de esta guerra, ¿Se puede lograr prosperidad económica sostenida en el tiempo, protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas?
Intentando dar respuesta a la pregunta planteada, recurro a algunas declaraciones de, Linda Åkerström, Jefa de Desarme, Sociedad Sueca de Paz y Arbitraje ( www.svenskafreds.se):
«Cada vez hay vínculos más estrechos entre gobiernos, militares y ejecutivos de esta industria (…), los puestos van rotando», «incluso países con grandes problemas económicos siguen invirtiendo en armas, un sector libre de problemas»
Según lo declarado, podemos entender que hay poderosos intereses involucrados en temas de la guerra. Por lo tanto, para estos poderosos, la respuesta a la pregunta planteada, será siempre NO.
Sin embargo, como humilde cocinero, mi respuesta será siempre SI. Dirigiendo restaurantes sustentables si se puede:
“Si se puede lograr prosperidad económica sostenida en el tiempo, protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas.”